1. Haz ejercicio (por poco que sea)
Tampoco hace falta que salgas a correr cada mañana o vayas al gimnasio a diario. Piensa que practicar algún ejercicio ligero aumenta la energía en lugar de agotarla. Tan sólo con estar de pie 10 minutos al día aumentará tu energía y mejorará tu estado de ánimo. Olvídate de la clásica excusa de ‘no tengo tiempo’ o ‘estoy muy cansado’ y sal a caminar.
2. Escucha música
Claro que no vale cualquiera. Cuanto más animada sea mejor. La idea es reactivarte y coger fuerzas para hacer frente a los problemas del día a día, así que deja Leonard Cohen para otro momento. Escuchar canciones con letras y melodías positivas es una de las formas más rápidas y fáciles de conseguir una buena sacudida de energía.
3. Deja de trasnochar y duerme lo suficiente
Si cada vez que suena la alarma por la mañana te ves incapaz de salir de la cama y te sientes completamente destrozado, eso es porque no estás durmiendo lo suficiente ni en las mejores condiciones. Recuerda que la mayoría de los adultos necesitan por lo menos siete horas de sueño cada noche. Si te sientes cansado echa cuentas: seguro que te estás pasando por alto alguna.
4. Las prisas a veces son buenas consejeras
Varias investigaciones han demostrado que cuando las personas se mueven más rápido, su metabolismo se acelera. “La forma en la que actuamos influye en cómo no sentimos, por lo que tener una actitud positiva nos hará sentir llenos de energía”. Subir las escaleras, caminar mientras atendemos una llamada telefónica o realizar las tareas domésticas de pie son buenas alternativas, pero para que nos reactiven de verdad debemos hacerlas de manera ágil y dinámica.
En el momento en el que arrancamos y sacamos adelante los quehaceres pendientes nos reactivamos y nos vemos capaces de cumplir más y más objetivos
5. Cuida tus amistades y tu vida social
El tiempo de ocio es uno de los más importantes para meternos un buen chute de energía positiva. En ocasiones, cuando llegas del trabajo cansado y desanimado, el simple hecho de cruzarte por la calle con un conocido y saludarle te planta una sonrisa en la boca y llegas a casa mucho más contento. Está claro: hablar y quedar con nuestros amigos y familiares es la clave para desconectar de la rutina y los problemas diarios y sentirnos llenos de energía.
6. Organízate: listas de tareas realizables
La satisfacción de un trabajo bien hecho nos da un subidón increíble. Si quieres sentirte mejor en un tiempo récord, prueba a hacer un listado con cosas pendientes de hacer y apunta varias que sean sencillas y realizables. Poder terminarlas al poco rato proporciona un gran torrente de energía. “Cada lista de tareas debe incluir un elemento que pueda ser tachado en los primeros cinco minutos. Si eso es todo lo que puedes hacer en el día, hazlo; solo con terminar una te sentirás mejor”.
7. Evita los antojos alimenticios
Es tentador tomarnos una tarrina de helado cuando nos sentimos decaídos, pero, al final, todas esas calorías adicionales se traducen en sentirnos pesados y con menos energía. Es un capricho, ya, pero solo mejorará tu estado de ánimo momentáneamente y no colaborará en que estés despejado y activo.
¡Nos vemos en próximas entradas!
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