Identifica y sobrevive a un mal jefe

Malos Jefes

Para identificar a un mal jefe primero hay que entender como piensan:

  • Liderazgo significa ordenar y controlar.
  • Si no quieres trabajar más horas, eres un mal empleado.
  • Yo manejo números, no personas.
  • Tienes suerte de tener trabajo.
  • Si necesito algo bien hecho, lo hago yo mismo.
  • Yo me quedo con los éxitos y tú con los fracasos.
  • La toma de decisiones es solo mía.
  • Soy demasiado importante para ser amable.

 

malos jefes

 

Como se clasifican a los malos jefes:

  • El abusivo. Lleva el acoso a un nivel tóxico, suele humillar a sus empleados y tratarlos sin educación.
  • El Micromanager. Incapaz de delegar, busca tener el control de cada actividad a realizar.
  • El mal comunicador. No establece un diálogo útil con sus subordinados, no expresa lo que espera de cada uno, no brinda dirección necesaria, lo que dificulta que las tareas se realicen de manera oportuna.
  • El saboteador. No le interesa reconocer el trabajo de su equipo, menosprecia los esfuerzos de los demás, pero toma el crédito cuando las cosas salen bien. Si hay un problema encontrará de inmediato a algún miembro de su equipo para culpar.
  • El voluble. Con este tipo de jefe las cosas nunca son claras, tiene cambios bruscos de humor que dejan a sus empleados confundidos y disminuyen su productividad.

jefe malo

 

Es probable que usted se encentre con un jefe difícil al menos una vez en su carrera profesional. Trabajar para una persona que carece de las cualidades necesarias para manejar personal, puede provocar frustración, dañar nuestra salud y frenar nuestro crecimiento profesional.

A continuación comparto algunos consejos para sobrellevar su relación laboral con su jefe.

Consejos para sobrevivir a los “Malos Jefes”

1.- Evalúa los beneficios de tu trabajo.

Primero evalúa si tu trabajo vale la pena para soportar el carácter dominante de tu jefe.

Existen puestos que nos sirven de escalones para llegar a una jerarquía mayor dentro de una organización, lo que implica que ese puesto sea solamente pasajero. Por otro lado, existen otros puestos de trabajo que no tienen ninguna proyección y no nos llevaran  a ningún lado.

Evalúa también tu situación económica ¿Que tan importante es tu trabajo bajo el contraste de tus necesidades económicas?

2.- Analiza tu desempeño.

No es justo colocarse en el papel de víctima sin antes evaluar la calidad nuestro trabajo.

Se sincero contigo mismo, medita los errores u omisiones que has cometido hasta el día de hoy en tu trabajo, analiza los efectos que han tenido tus errores para la compañía, enumera las veces que has cometido el mismo error.

Para sobrellevar las cosas con tu jefe, puedes pedir una retroalimentación de tu desempeño, pregúntale ¿Cómo califica tu trabajo? ¿En qué áreas podrías mejorar? ¿Qué consejos podría regalarte para mejorar tu desempeño?

A todo jefe le gusta dar críticas y consejos.

3.- Identifica cuál es la motivación de tu jefe.

¿Qué es lo que motiva a tu jefe?

Ascender en la organización, demostrar su liderazgo, mejorar su curriculum, ganar experiencia, dar seguridad económica a su familia, etc.

Por ejemplo: Si tu jefe desea demostrar su liderazgo ante sus superiores, un elogio dado de tu persona hacia tu jefe en presencia de sus superiores, eliminaría algunas asperezas y mejorara el concepto hacia tu persona.

Si tu jefe desea cenar con su familia, pero el trabajo lo obliga a quedarse hasta altas horas de la noche en su despacho, podrías brindarle tu ayuda para ocuparte de algunas tareas.

Recuerda que en una oficina debes actuar y pensar de forma política y estratégica.

4.- Identifica las debilidades de tu jefe.

Si usted sabe que su jefe es desorganizado, podría ayudarlo llevando una agenda sobre los asuntos y/o reuniones importantes del departamento u oficina. Si usted sabe que su jefe a menudo llega tarde a las reuniones, podría ayudarlo recordándole unas horas antes los detalles de dicha reunión. Si sabe que su jefe es lento en tomar decisiones, podría transmitirle algunos consejos u opiniones sobre el asunto.

Probablemente no merezca su apoyo, pero estas tareas le ayudarán a usted en mejorar su imagen ante el jefe y el de convertirse en una persona indispensable en las actividades de su superior.

5.- Demuestra Diplomacia.

Puedes hacer mucho más que solo quejarte. Acércate con propuestas, ofrece soluciones, muestra formas más creativas y efectivas para realizar las tareas.

Nunca pierdas la cordura, manifiéstale cualquier enojo o desacuerdo con mucho tacto y sabiduría.

Mantén siempre una actitud positiva.

6.- Conversa con tu jefe.

El jefe sigue siendo para muchos una figura de poder incuestionable, sin embargo, recuerda que una relación laboral es un intercambio, no un favor. Si tu jefe tiene actitudes negativas que te incomodan, el primer paso debe ser siempre el diálogo.

Sé profesional y evita que tus reacciones estén cargadas de emocionalidad, se trata de poner en claro qué actitudes te parecen inapropiadas y proponer soluciones.

7. Protege tu trabajo.

Para quienes tienen jefes que toman el crédito del equipo a título personal, es importante tener un control y registro de las actividades y proyectos en los cuales has participado.

No olvides de firmar en cada hoja de trabajo, en las recomendaciones que hayas realizado, los informes y conclusiones que hayas elaborado, incluso recuerda siempre colocar tu firma en todo correo que envíes.

8.- La memoria es frágil, anota todo lo que diga tu jefe.

Siempre ve a la oficina de tu jefe con un lápiz y un pedazo de papel, anota todas las tareas, especificaciones, fechas de entrega, fechas de reuniones y todo lo que tu jefe te transmita. Además de servirte como una guía para realizar tu trabajo, te servirá también como un apoyo o evidencia ante cualquier ambigüedad creada por tu jefe.

9.- Intenta llevar el paso del Jefe.

Si es posible, trabaja las horas que trabaja el jefe.

Si llega a la oficina temprano, también debes llegar temprano. Si trabaja los sábados por la mañana, debes hacer todo lo posible para hacer lo mismo.  Si se queda media hora más en la oficina, sacrifícate quedándote también.

Este esfuerzo le demostrara que eres  una persona diligente, disponible, preparada y que ama a su trabajo.

10.- Nunca evites a tu jefe.

Por alguna extraña razón los jefes siempre tienen la manía de llamar en momentos inusuales o inoportunos. Aunque pueda ser tentador evitarlo ¡Nunca lo hagas!

Responde sus llamadas telefónicas, devuelve sus mensajes y responde  a sus correos electrónicos. Probablemente sea molesto, pero véalo siempre como un esfuerzo más, para no dejar escapar su empleo.

 11.- El límite.

Si tu jefe ha dañado repetidas veces tu orgullo y espíritu, además de haber tenido un claro abuso psicológico hacia tu persona, es el momento de recurrir a las autoridades de la organización. Si la empresa no toma en cuenta estos claros abusos, debes dirigirte a las autoridades laborales gubernamentales, que se encuentran en un 100% a favor de la integridad de los empleados.

Si tomas cualquiera de estas medidas, nunca descuides tu prestigio profesional, no dejes una mancha en tu curriculum y ten siempre el respaldo de oportunidades de empleo en otras empresas.

¡Nos vemos en próximas entradas!

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Publicado en Buenas practicas, Metodologías, Vivencias

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Sobre el autor:

Antonio María Fernández de Puelles de Torres-Solanot

– Ingeniero en Informática de Gestión

– Certificado en ITIL V3

– Certificado en CMMI

– Máster en Business Intelligence, Big Data, Professional Qualification in Management & Leadership

– Máster en Dirección de Comercio Intenacional

– Empresario

– Estudiante de grado en Trabajo Social

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