
«El presupuesto debe equilibrarse,
el tesoro debe ser reaprovisionado,
la deuda pública debe ser disminuida,
y la arrogancia de los funcionarios públicos
debe ser moderada y controlada
para que Roma no vaya a la bancarrota.
La gente debe aprender nuevamente a trabajar,
en lugar de vivir a costa del Estado.»
Marco Tulio Ciceron 106 a.C. – 43 a.C.
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