En algunas ocasiones, ya he comentado que la flexibilidad de horarios y la posibilidad de realizar el trabajo desde casa, es decir, el teletrabajo, son elementos motivadores para los empleados puesto que permiten conciliar la vida personal y familiar. El teletrabajo surgió en Estados Unidos hace veinte años, en España se está intentando desarrollar aunque somos bastantes reticentes, tan sólo el 27% de las compañías cuentan con programas de teletrabajo, según datos del INE.
Estos intentos se realizan también legislativamente, la Confederación Europea de Sindicatos, junto a las patronales europeas, firmaron, ya en 2002, el primer acuerdo en el ámbito europeo para la regulación del teletrabajo. Este acuerdo no consideraba la obligación de ser amparado por los estados miembros, aunque si se comprometieron los firmantes a su aplicación en los países representados. La reforma de 2012 en España, por primera vez una norma regula el teletrabajo. Esta nueva regulación deja atrás la anterior regulación del contrato de trabajo a domicilio que pasa a denominarse “a distancia”, y además pretende garantizar los mismos derechos a tales trabajadores que los que trabajan en el domicilio de la empresa, como pueden ser la formación profesional, retribución por grupo profesional y funciones, seguridad y salud…
Pero para su efectiva implantación, los técnicos de RRHH debemos conocer cuáles son las ventajas e inconvenientes, y reconocer los puestos y perfiles de trabajadores idóneos para implantar esta forma de trabajo.
Las ventajas para la empresa son según Boiarov y Polliszuk, notables:
- Un sistema de dirección por objetivos y resultados.
- Mayor productividad.
- Mayor calidad en el trabajo y la eficiencia de sus empleados.
- Disminución de costes inmobiliarios y de servicios.
- Mejor sistema de comunicación al interior de la empresa.
- Disponibilidad de empleados de alto valor que necesiten flexibilizar sus tiempos.
- Mayor fidelización de los empleados a la empresa.
- Ampliación de la empresa sin necesidad de una ampliación inmobiliaria.
- Mayor flexibilidad para encarar proyectos eventuales.
Pero a pesar de estas ventajas, no todo empleado es válido, se requieren unos atributos y competencias necesarias para trabajar desde casa.
Podemos resaltar cinco atributos que debería tener un teletrabajador, según Global Human Capital Group :
- Tienen iniciativa, pueden motivarse sin tener delante a un supervisor.
- Autodisciplinados, saben atender las demandas laborales y familiares con madurez personal y profesional.
- Son personas que están por encima de la media.
- Saben planificarse y organizarse.
- Disfrutan trabajando independientemente y con poca interacción social.
Pero además se requiere unas competencias, habilidades que requiere esta modalidad de trabajo, destacando 3 grandes grupos:
- Competencias tecnológicas : Actitud favorable hacia la tecnología, y dominio de determinadas competencias técnicas necesarias para entender y aplicar correctamente las tecnologías de la información y la comunicación.
- Competencias de autogestión del trabajo: El teletrabajador ha de ser capaz de controlar, organizar y planificar de manera autónoma la cantidad y calidad de su trabajo, así como el tiempo y ritmo de dedicación al mismo.
- Habilidades de comunicación no presencial: Se exige al teletrabajador el dominio de una serie de habilidades de comunicación no presencial como la comunicación telefónica y comunicación escrita
En los últimos años las oportunidades de teletrabajar se han multiplicado gracias al networking y a la aparición de multitud de herramientas tecnológicas, como Dropbox, Google Drive, Skype…,. Pienso que es el futuro, que se va a ir imponiendo poco a poco.
¡Nos vemos en próximas entradas!
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