El talento humano se muestra como un factor determinante para que las organizaciones tanto públicas como privadas alcancen una posición competitiva en el mercado, como resultado de la incidencia que tienen en aspectos tales como: capacidad innovadora, productividad, calidad de los productos y servicios.
Los avances científicos, tecnológicos y humanísticos manifestados de manera acelerada en el ámbito mundial, han exigido cambios en la organización social del trabajo. Esto ha llevado a las unidades productivas a desplazarse de una organización jerárquica piramidal y estructura ocupacional segmentada a una organización sistemática basada en el trabajo en equipo multifuncional, polivalente e interdisciplinario.
Esa exigencia implica cambios fundamentales en los mecanismos utilizados en la selección y capacitación del personal. Por ello es necesario que las organizaciones, entre éstas las instituciones educativas de educación superior, le otorguen la importancia que tiene su gente, adopten políticas y estrategias para obtener el máximo provecho de su personal, preparándolo para asumir los retos presentes y futuros, lo cual puede lograrse a través de una gestión efectiva de su capital humano, con una verdadera práctica de administración de personal, orientada a procesos tan importantes como el entrenamiento.
Con base en esas afirmaciones, la planificación del talento humano se orienta a entrenar al personal de acuerdo al enfoque de competencias, para que potencien sus capacidades, habilidades, destrezas, procesos de pensamiento, entre otros aspectos, de manera holística.
Es importante resaltar que las organizaciones persiguen, el alto rendimiento y efectividad en sus procesos de producción y servicio, así como responder a las cambiantes tendencias y exigencias de la sociedad, por lo cual se requiere determinar las competencias del personal que allí labora. En las organizaciones educativas es imprescindible considerar las competencias, ya que permiten identificar las potencialidades del personal que ejerce el cargo, así como de quienes aspiren ingresar. Esto conlleva a reconocer las características requeridas por el puesto, no sólo en función de las tareas a realizar, sino también de los aspectos personales, sociales y técnicos inherentes al cargo.
¡Nos vemos en próximas entradas!
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